
Educando en igualdad de género
Los niños no lloran, eso solo lo hacen las niñas; las niñas son débiles, los niños fuertes; los niños no hacen trabajos del hogar, para eso están las niñas; el color rosado solo es de niñas. Estas son solo algunas de las frases que de forma equivocada muchos padres dicen constantemente a sus hijos sin darse cuenta que de esta forma están perpetuando una serie de estereotipos que marcan desigualdad entre hombres y mujeres, dando validez así mismo al machismo y a la violencia de género.
Y es que la igualdad de género, que es realmente garantizar igualdad de derechos entre hombres y mujeres, es fundamental para el desarrollo exitoso de una sociedad en el que la inclusión y el respeto por el otro sean sus bases.
En este sentido, tanto la familia como el sistema educativo tienen una gran responsabilidad en la eliminación de las visiones estereotipadas que refuerzan la desigualdad y la concepción de la mujer inferior al hombre, pues al ser los primeros entornos en los que los niños inician su desarrollo socioemocional y la construcción de su identidad a partir del relacionamiento que tienen con sus pares y adultos, es esencial enseñar valores como el respeto, la tolerancia y la igualdad.
Presentamos un compendio de recomendaciones que le permitirán educar a sus hijos en equidad de género:
- Su hijo es una persona única y especial. Enséñele a su hijo que es único, con sus virtudes y defectos, independiente de su género, es un ser humano especial. Lo anterior no quiere decir que les niegue que niños y niñas no son iguales, enséñeles a afrontar las diferencias fisiológicas y mentales que tienen y a asumirlas.
- Usted es el ejemplo de sus hijos. La forma como usted se relacione con su pareja y en general el comportamiento que tenga con el género contrario, será base para el comportamiento que su hijo tenga. Ofrézcale patrones de conducta ejemplares basados en el respeto, el cariño, la tolerancia y la igualdad, tenga en cuenta que un niño que se cría en un ámbito de desigualdad y violencia intrafamiliar es probable que lo reproduzca en su futuro hogar.
- Tareas del hogar equitativas. No caiga en la concepción errónea de separar tareas de hombres y tareas de mujeres, enséñele a los niños a compartir y a participar en todas las labores que se cumplen al interior del hogar
- Utilice el juego como base de la enseñanza en equidad. Fomente juegos inclusivos en los que el rol masculino o femenino no intervenga, así como la promoción de equipos mixtos. El juego es una de las formas más efectivas de enseñanza, especialmente en valores, todos pueden divertirse por igual, con cualquier juguete y con cualquier actividad.
- Elimine ideas preconcebidas. Desmonte ideas como utilizar colores especiales y diferentes en niñas y niños pues un color no define sexualidad ni personalidad; dar regalos o juguetes que marquen una diferencia sexista (carros para los niños, cocinas para las niñas), tratar de forma diferente a sus hijos en razón de su género (niños fuertes, niñas débiles), cuide su lenguaje, procure que sea inclusivo y no discriminatorio.
- Fomente una actitud crítica. Invítelos a reflexionar en todo momento, especialmente cuando vean televisión. Estos son los momentos propicios para cuestionar los estereotipos que difunden los medios de comunicación masiva, trate de responder todas sus preguntas e inquietudes. Sin embargo, en la medida de lo posible evite la sobreexposición a contenidos de tipo sexista tan comunes hoy en los medios de comunicación.
- Haga seguimiento durante el desarrollo cognitivo. Es preciso hacer un seguimiento del niño y evitar que las concepciones erróneas se afiancen dentro de su entendimiento. Estar atento ante cualquier desviación y rebatir esa idea a través del razonamiento, y nunca del castigo, es una parte fundamental del aprendizaje.